top of page

Maestra guerrera del corazón.


Uno de los artículos más crudos que he escrito hasta hoy en día. Quien quiera entender que entienda, quien se quiera ofender que se ofenda y quien se quiera poner las pilas que se las ponga, será bienvenido

Qué curioso observar cómo un buen número de docentes ( no puedo concretar número porque no he podido hablar ni observar a todos los docentes de este país, y me gusta decir “un buen número” y no “un gran número” para pensar y creer que cada vez son menos), que hablan de la Neuroeducación como una nueva moda, cómo un “qué sabrán los científicos de educación”.

Y yo me pregunto si cuando les duele algo y van al médico y el médico les receta medicinas, piensan también “Qué sabrá de medicinas el científico”, ¿quizás en la ignorancia de no saber que el médico diagnostica y el científico que elabora las medicinas le “cura”?.

Así que , no puedo más que pensar que los docentes que elaboran estas afirmaciones son como el paciente citado anteriormente: ignorantes y prepotentes, con todo lo que significa tener actitudes que deriven en esos estados. Y, además, me atrevería a decir que a parte de prepotentes e ignorantes son irresponsables, pues sus patrones de respuesta consisten en echar la culpa al sistema educativo, a la sociedad, a los políticos, sin hacerse responsables de sus propias conductas en el aula, de cómo minan la autoestima de los niños castigándolos, en lugar de enseñarles nuevas conductas, de como generan asco a los alumnos con sus actitudes de “yo enseño, tu aprendes”, con sus castigos, con su falta de gestión emocional con la que pierden los nervios, intentan imponer su voluntad a través del enfado o de la ira, sin tolerar ni saber qué hacer con los niños que se muestran tristes de manera contínua, o con los que tienen actitudes agresivas y disruptivas.

Bueno, sí saben qué hacer: enfadarse, castigar, ignorar, despreciar y cómo al niño /a se le ocurra reírse al ver a un profesor ( o padre o madre, también es aplicable para vosotros puesto que sois los primeros agentes educativos ) rabioso ,perder los nervios, ...Buuuffff! Para qué contar! Lo mejor que puede pasarle al niño, en ese caso , es que le hagan copiar tropecientas veces “No me reiré de mi profesor”...y digo , lo mejor , porque hay castigos peores y que consiguen el mismo resultado: ninguno...Bueno , sí, generar más asco dentro del alumno, tanto por el profesor como por la asignatura. Y , puestos a castigar de esa manera, copiando, ya que el resultado positivo en la conducta del alumno va a ser inexistente, ¿no sería mejor que el alumno copiara “Intentaré controlar mi risa cuando mi profesor , o cualquier persona, no sepan gestionar su enfado y estallen en ira, ya que ellos han sido enseñados así y todavía no han aprendido otra manera de hacerlo”?. Quizás, este castigo, aunque inútil igualmente, ayudaría a generar empatía hacia el profesor y no asco.

Cuando digo que “todavía no han aprendido otra manera de hacerlo”, no lo digo tampoco para excusarlos, puesto que existen libros , mucha información en internet y cursos de Inteligencia Emocional a los que se pueden apuntar , en los que sorprendentemente me encuentro con profesores que salen del letargo, se activan , ven que haciendo las cosas de la misma manera sólo se consiguen los mismos resultados, empiezan a tener curiosidad, a generar creatividad y aplican, ni que sea a pequeñas dosis, dinámicas de inteligencia intrapersonal o interpersonal; pero también me encuentro con profesores que aún y haciendo este tipo de cursos, van a las sesiones con ganas de que “le diviertan” , de que sean amenas las sesiones, sin esforzarse ni comprometerse en las actividades recomendadas, sin poner a prueba en sus clases lo que él pide cuando va a un curso de formación : que le diviertan , divertirse , que se le pase el tiempo rápido, qué le digan lo que tiene que hacer para solucionar los problemas que le molestan en clase, y tener un “título más” con el que engrosar currículum.

Así que va a ser, que el hecho de que el profesorado se forme tampoco es una garantía de que lo aprendido se aplique. Fijaros que en la Universidad, estudiando Magisterio,hablo de hace 22 años ya se nos hablaba de Piaget, de Montessori, de Tonucci...Y la pregunta inquietante es: ¿Por qué si ya estudiábamos esas nuevas pedagogías luego llegabas al aula y hacías lo que tu profesor y el profesor de tu profesor hacía en clase? Por qué siguen los niños mirándose el cogote en las aulas de primaria? Por qué se sigue educando en el castigo? Por qué no se trabaja de manera cooperativa y por proyectos en todas las aulas del país cuando son pedagogías de hace 40 años ya?.

Para mi, la respuesta es muy sencilla, estudiamos magisterio como nos enseñaron a estudiar desde pequeños, memorizando, sin cuestionarnos, adquiriendo esos aprendizajes desde la autoridad, y vomitando todo lo que “sabíamos” en unos exámenes que una vez aprobados ya quedaban en el olvido (tanto los exámenes como los aprendizajes adquiridos) y una vez en el olvido, qué te queda? Hacer lo que has visto hacer y lo que has vivido en tus carnes : entrar en una clase a “ enseñar “ y no a “aprender”, castigar a todo aquél que se subleve o al que le cueste entender las cosas, quejarte de que el mundo y los niños antes no eran así, tener la necesidad de controlar, enseñar aprendizajes enlatados, enseñar a dar respuestas pero no a realizar preguntas, y añado, enseñar a dar respuestas que el profesor/a considere válidas…

Cada oveja con su pareja, ni los científicos son pedagogos, ni los pedagogos son científicos pero lo que sí que destacan los aportes de la neurociencia aplicados a la educación es que están demostrando con sus aportaciones científicas lo que las pedagogías alternativas llevan trabajando y aplicando desde hace muchos años, que el cerebro aprende emocionándose, y que hay unos períodos sensibles para cada aprendizaje. ¿Os dais cuenta de la noticia? Demostrado ya CIENTÍFICAMENTE, y muchos profesores todavía en la parra, exigiendo a niños menores de 6 años que lean y escriban ( y si no lo exigen ,centran el 80 % de sus actividades en clase a leer, escribir y al cálculo, con lo que el resultado es el mismo), cuando está demostrado que no por leer antes o escribir antes se obtiene un mejor rendimiento de cara al futuro. Así como tampoco aprender a caminar antes de tiempo implica que camines mejor que cualquier otra persona en un futuro.

¿QUÉ HACE FALTA? Se nos ha enseñado los conocimientos de pedagogías alternativas desde la Universidad, hoy en día te puedes formar en Inteligencia Emocional donde quieras y cuando quieras, hasta la ciencia nos ayuda y nos explica cómo aprende el cerebro y qué pedagogías son las que generan nuevos aprendizajes respetando la esencia del alumno.

Vuelvo a repetir ¿QUÉ HACE FALTA? Si la respuesta es : que la sociedad cambie, que los niños sean más educados, que los inspectores no nos presionen, que haya una nueva ley educativa, que mi aula mida 60m2...Siento decirte que estás bajo creencias limitantes, que te mires más el ombligo y pienses lo que puedes aportar tú, que eres tú el que está dentro de tu aula , que te hagas responsable y que si es necesario, te formes en inteligencia emocional aplicando, aunque te provoque resistencias, lo que te sugieren para así después tener herramientas para volar, para ser un maestro libre educando, sin creencias limitantes, con una visión renovada, y eso sólo se consigue con un cambio desde el interior, y con la formación que necesites para hacerlo. De otra manera , así de “sucio” estés por dentro, así de “sucio” verás por fuera y no harás más que echarle la culpa a las circunstancias, sin darte cuenta de que aunque las circunstancias cambiaran tú seguirías igual de amargado, con tus creencias a rastro. También te invito a que pongas el foco en todas aquellas escuelas públicas que se han dejado de excusas desde hace muchos años y que llevan sus proyectos de innovación educativa sin victimizarse ni echar la culpa al sistema educativo.

Sé que con estas afirmaciones me estoy ganando “enemigos”, colegas de profesión que verán como un ataque, en de vez de cómo una oportunidad para despertar, todas estas afirmaciones. Y bien, no importa, cada uno en su papel y en su juego, si ellos no existieran tampoco existiría “mi papel” y el mío es el de despertar conciencias, el de despertar el rebelde adolescente que cada uno lleva dentro y que podáis decir : Me subo al barco de la nueva Educación, del nuevo paradigma educacional,¡ basta de hacer lo mismo! ( ni que sea por desidia o por aburrimiento de hacer siempre lo mismo).

Y por qué me creo con derecho de “levantar a las tropas”? Porque hasta hace no mucho yo también viajaba en el barco del antiguo paradigma de la educación, usando castigos, reprimendas, metodologías de aprendizaje del año rococó y creyendo que cuanto más rápido aprendieran a leer y escribir mejor, no he nacido Buda ni madre Teresa de Calcuta, he experimentado en mis carnes , en mi mente, en las aulas , todo lo que conlleva educar bajo el nuevo paradigma...Y la verdad que, agradecida de haber podido quitarme la venda de los ojos, y con la responsabilidad que genera el nuevo saber , ¿cómo no voy a abanderar y divulgar un nuevo paradigma educacional en el que el niño puede crecer siendo responsable, que no culpable, siendo creativo, creciendo en autoestima y habilidades sociales, conciencia social para así generar, en un futuro, nuevas generaciones que repitan estos patrones construyendo así un mundo mejor?.

¿O aún seguís pensando que chillando a un niño, mostrando vuestra “autoridad”, perdiendo los nervios,haciéndole sentir inferior y merecedor de castigo, aprenderá a no castigar , a respetar a los demás sin imponerse?

Mi reto, a partir de ahora, es educar a los niños en empatía y asertividad de manera profunda, de manera que puedan llegar a decirle a un profesor, padre o madre o a cualquier persona que intente castigarlos:

“Entiendo que no sepas actuar de otra manera , pero si me gritas o me castigas me siento triste y te pido , por favor , que no lo vuelvas a hacer más. Enseñáme otra manera de hacer las cosas si no lo he aprendido pero no me castigues porque no soy merecedor de castigo por el simple hecho de no saber comportarme o hacer las cosas”.

Y es que es a través de ellos, los niños, nuestro futuro, por dónde empezarán los cambios, porque está claro que ni desde maestros más o menos rebeldes, entre los que me incluyo, ni maestros más empáticos,ni neurocientíficos , ni pedagogos se puede acceder a las grandes masas de maestros aletargados. Serán los mismos niños,educados por estos maestros y pedagogos (los aletargados no, los creativos ) quienes desmontarán el reinado de la enseñanza tradicional. Me cuesta embellecer el pasado, aunque lo conseguiré, pero no me cuesta nada embellecer el futuro pensando en esta idea.

A los padres y madres, no aprovechéis este artículo para ir en contra del profesorado y "echarles la culpa" de vuestra falta de coherencia y de herramientas. Haceros responsables pues vosotros sois los primeros agentes educativos del niño.

De todas maneras, a todos maestros que seguís abrazando un mundo de despropósitos educativos, que no dais el brazo a torcer, y así poder ver la maravilla que os perdéis, al ni siquiera intentar dar un paso más allá de vuestras creencias, os digo, no lo hagáis, no cambiéis, seguid así, os necesitamos. Necesitamos tener siempre presente el modelo de “cómo no hacer las cosas”, y os lo digo de corazón, gracias por estar ahí y por indicarnos el camino por el que no debemos ir. Gracias por hacer en esta vida vuestro papel de “malos”, quizás en otra vida se turnen los papeles, porque como bien digo, no podéis desaparecer, sois la estrella que nos guía para seguir el camino contrario y sin vosotros seríamos incapaces de ver la luz, sin vuestra sombra no habría esta luz que ilumina una nueva educación.


Recent Posts
bottom of page