top of page

Aprender a dialogar


Aprender a dialogar e intercambiar ideas supone una habilidad fundamental porque , en general es una cosa que no sabemos hacer. Si es una cosa que , aún siendo adultos en general no sabemos hacer, vale la pena que aprendamos ,primero como adultos y luego podamos enseñar esta habilidad a los niños, ya sean tus hijos, tus alumnos…

Aprender esta habilidad nos aportará mucha salud mental y el poder disfrutar de la gente, pues esta cultura de diálogo afecta a todos los ámbitos de las relaciones humanas : pareja, familia, amistades…

La mayoría de la gente no sabe debatir. Sólo hace falta pensar en la reuniones familiares, donde los debates políticos suelen degenerar en batallas absurdas.

No saber intercambiar ideas nos hace ser inflexibles, obstinados , prepotentes y poco mañosos a la hora de resolver conflictos.

Una manera flexible y creativa de aprender a dialogar se llama el Diálogo Incluyente. Es una buena herramienta para solucionar conflictos o para no llegar a ellos y disfrutar , a su vez, con un buen intercambio de ideas y disfrutar de discutir haciendo honor a su significado etimológico, disipar o resolver.

El diálogo incluyente , a parte de ser una técnica para debatir con eficacia, te hará emocionalmente más inteligente , con todos los beneficios que supone para la salud en sus cuatro dimensiones : mental, física, emocional y espiritual.

La técnica del diálogo incluyente tiene 3 fases:

  • Buscar la verdad del otro, antes de querer tener razón.

  • Ofrecer nuestra visión.

  • Incluir al otro en nuestro mundo.

Nadie tiene toda la razón. No hay una sola verdad sino muchas incluso en lo referente a temas científicos los cuales están en revisión constante.

Cuando opinamos de política, creencias, personas, historia...lo hacemos dependiendo de nuestra óptica, de lo que nos han dicho , de lo que hemos vivido, del momento histórico des del cual lo contamos… La persona emocionalmente inteligente es consciente de todo esto, el obstinado irreflexivo, no.

El primer paso es el más difícil porque es donde se produce la auténtica apertura mental. Buscar la verdad en el otro es un ejercicio de humildad que no estamos acostumbrados a hacer. Nos han enseñado a querer “tener razón”, a defender “nuestra posición”, cuando esto es completamente ridículo porque nadie tiene la razón completa.

Sumergirnos en la verdad del otro, en entender desde qué ideología nos habla y extraer su parte de verdad no implica que nosotros no le podamos ofrecer también nuestra parte de verdad que hemos encontrado. (Segundo paso).

Incluir al otro en nuestro mundo, tercer paso, se traduce en decirle o hacerle sentir que, pese a las divergencias, le queremos igual y le respetamos. Normalmente , cuando discutimos de manera obstinada se produce un distanciamiento personal y llegamos a pensar “no podemos ser amigos

porque somos demasiado diferentes”. Las expresiones de afectividad , las palabras afectuosas harán que el otro sienta incluído y no rechazado en el debate.

Las ventajas del diálogo incluyente son enormes y , si se practica, podemos ser más inteligentes y flexibles con el otro. Desde aquí , animo a todos los maestros y maestras de todas las escuelas, que primero lo practiquen entre ellos , para transmitir rápidamente esta técnica que ayudará muchísimo a los niños y jóvenes para crecer en sabiduría emocional y desarrollar sus habilidades sociales.

Os dejo con un ejemplo personal del doctor Rafael Santandreu:

“Mi padre es un tipo muy agradable. Ofrece a todo el mundo ese afecto propio de las personas de montaña. Realmente está interesado por los otros y por sus vidas. Pero, al igual que muchos de su generación, tiene un defecto : todavía cree que “ ¡con Franco se vivía mejor! “.

No os imagináis cuantas y cuantas discusiones le provocó la neura fascista, porque hubo una época en la que en todas las comidas familiares nos peleábamos por culpa del maldito tema.

Llegaba un momento en el que mi padre comenzaba a defender la dictadura y, claro, sus cinco hijos se lanzaban de cabeza y el debate se calentaba de manera absurda. Hasta que aprendimos a aplicar la técnica del “diálogo incluyente”.

El diálogo inclyuente consiste en pensar - antes de hablar- qué parte de razón tiene la otra persona con la que estamos en desacuerdo. Por ejemplo : qué parte de verdad hay en eso de que “con Franco se vivía mejor?. Adivinarlo es trabajo de la persona emocionalmente inteligente.

Nadie tiene la verdad absoluta. En este sentido, hasta mi padre tiene razón en pensar que con Franco se vivía mejor. Y yo aprendí a darle la razón para ofrecerle después una nueva perspectiva. Siempre que mi padre sacaba el tema le decía:

  • Padre, es verdad que en aquella época había mucha seguridad ciudadana.- Y no se trataba de ninguna astúcia para ganármelo. Lo pienso de verdad y así se lo transmití- : Y tienes razón en que la última etapa fue una época de bonanza económica. ¡Los espléndidos setenta! - proseguía.

Para llegar a entender la verdad del otro es esencial que intentemos comprender por qué piensa así,qué vivencias le han llevado a esas ideas y, finalmente, reconocer lo que puede haber de cierto. Siempre hay verdad en el otro porque ¡son vivencias que esa persona ha experimentado! Y la realidad tiene muchos pliegues y matices.

Entonces le decía:

  • Pero tienes que reconocer, padre, que tú, que has tenido cinco hijos , has podido vivir un hecho muy bonito de la democracia. Cuatro de nosotros hemos ido a la universidad por primera vez en la historia familiar. Y yo he estudiado, además, en dos universidades extranjeras. En tiempos de Franco esto era muy difícil. Su sistema prefería la separación de clases : los ricos tenían el monopolio de la buena educación.

  • Eso es verdad , hijo. Sí, a la clase dominante no les convenía que los pobres estudiasen con la élite. Y eso estaba muy mal- admitió.

Al final, mi padre estuvo abierto a contemplar una realidad diferente de la suya en cuestiones políticas. Pero ésto sólo fue posible el día en el que decidí hacer un auténtico esfuerzo por comprender su verdad”.

¿Os imagináis que en las casas y en los colegios se enseñe el diálogo incluyente? Yo sí… Empieza por ti...¿Quieres ser tú también parte del cambio? ¿Quieres aprender a ser emocionalmente más inteligente?

Vamos juntos...

evainnovacioeducat@gmail.com

Fuente: Rafael Santandreu (Gracias , maestro).

Recent Posts
bottom of page