Un cambio de mirada. Los inicios de una escuela pública activa.
En esos 15 minutos que dedico cada día a trastear y dejarme envolver por la fantasiosa realidad que son las redes sociales, me encuentro, entre notícias de amigos, eventos y demás, un nuevo post de “De mi casa al mundo” que llama poderosamente mi atención.
Una tal Esther Zarrias acaba de publicar un libro “Un cambio de mirada. Los inicios de una escuela pública activa”.
Lo primero que pensé fue “¡Oh!,se me ha adelantado…”, inmediatamente mi pensamiento volvió a coger forma y me pude observar a mí misma pensando “- ¿Qué te pasa últimamente Eva que todo lo que proyectas lo ves en la realidad, pero en la realidad de otros?... Tenía como una sensación de ir un paso atrás de todo lo que estaba bullendo y bulle en mi cabeza en cuanto a la realidad educativa.
Empecé a leer el post para ver si merecía la pena leerlo, comprarlo...Algo dentro de mí sabía que merecía la pena simplemente por el hecho de encontrarme con esa noticia nada más abrir el Facebook. Nada pasa por casualidad, pero aún así necesitaba algo más , alguna pista más para poderme comprar este libro. “Pide y se te dará” y así fue...A mitad del post empezaba la información que tocó mi corazón. Cuando leí este parágrafo supe que ese libro ya era mío, que no era un libro sobre pedagogía, de esos hay muchos y la mayoría de escuelas los ignora. Estamos delante de un libro que es una experiencia de vida y lo que primero me llamó la atención fue la declaración de este párrafo por parte de la autora:
“Un cambio de mirada hace referencia al cambio de rumbo que siento debe dar la educación, un cambio de rumbo, con la primera parada en uno mismo. Revisar el trabajo que se está haciendo, cuestionar lo que se hace, cómo se hace y por qué se hace, preguntarse si tal vez podría mejorar algún aspecto, entender hacia quién va dirigido ese trabajo y si realmente es adecuado a su estadio evolutivo…
Después de varios años de formación y de experiencia en el campo de la educación me doy cuenta que con quién más debo trabajar es conmigo misma, constantemente debo hacer revisión de mis juicios, de mis miedos, de por qué esto me molesta especialmente o aquello me saca de quicio… El permitir que los niños transiten el día a día respondiendo a sus necesidades, conectando con ellos mismos y respetando sus ritmos a veces nos genera un movimiento interno difícil de explicar… pero que hemos de saber detectar e intentar que no nos influya…
El cambio de mirada propone mirar de igual a igual en lugar de arriba abajo. Con solo este pequeño acto puedes mover grandes cosas, aludiendo a la recurrente cita de Anthony de Mello: “Nada ha cambiado excepto mi actitud, por eso todo ha cambiado“.”
Después de leer este parágrafo pensé :
Sí, así sí...No hay cambio metodológico ni educativo sin una transformación personal. Además es una mujer que se ha formado mucho y que es consciente de que es en ella misma, en el adulto, en el maestro, dónde empieza el origen de todo. Habla también, o deja entrever, las bases de una escuela no directiva...Esto me gusta. Quiero saber más. Me siento muy identificada con ella, demasiado. Quiero saber cómo ha conseguido el sueño que yo también persigo y me siento feliz de ver proyectado en mi exterior aquello que quiero conseguir. No hay más dudas,¡me lo compro!.
Y así fue como al día siguiente de salir editado yo ya me hacía con mi ejemplar, dispuesta a devorarlo en cuanto llegara la tarde.
Cuanto más leía el libro más pensaba: ¿He parido yo a esta chica o me ha parido ella a mí? ¿Estamos viviendo realidades paralelas? …
No podía creerme las similitudes de vida con esta mujer. Muchas veces he cerrado el libro para mirar la portada y cerciorarme de que no era mío, de que no era yo la protagonista, la autora… Compartíamos las mismas emociones: entusiasmo, ganas de afrontar retos, ilusión...Y después desilusión, cansancio, confusión al ver la realidad de la escuela pública.
Esther tuvo una transformación personal después de una formación, al igual que me pasó a mí...En su caso fue la Formación en Educación Autodidacta, en mi caso el Postgrado en Experta en Inteligencia Emocional...Esta formación le provocó un nuevo ímpetu, un nuevo saber hacia dónde mirar y un nuevo qué hacer...Así es como se siente uno después de una transformación personal.
El empeño de Esther por querer llevar esta nueva mirada educativa a la escuela pública me parece muy loable y es algo en lo que coincidimos. Las famílias de hoy en día tienen el derecho de poder decidir a qué escuela llevar a sus hijos, una escuela que comulgue con sus ideales filosóficos y de vida, una escuela para la vida y tienen derecho a que sea pública y no dejarse un dineral pagando escuelas de metodologías alternativas, cuando tendría que ser un derecho legítimo poder elegir una educación que esté de acorde a cómo sienten , piensan y viven muchas de las famílias de hoy en día.
En este sentido, me parece curioso que justo lo que la doctora Montessori intentaba evitar o no era parte de su filosofía, esté pasando ahora, que la pedagogía que ella creó para todos sea, hoy en día, derecho de algunos pocos que se la puedan pagar.
Me parece también increíble que los maestros seamos un número y no estemos agrupados por feeling pedagógico, ya que así sería más fácil tener escuelas públicas que satisfagan al docente y a las famílias,diferentes alternativas que no sea ofrecer sólo la alternativa tradicional. Al igual que Esther habla en su libro, también pude empatizar con ella cuando leí:
“Puede resultar muy duro, muy tedioso , cansado y muy solitario ir contracorriente y más si la necesidad de cambio tan sólo parte de una persona, de un docente del conjunto y no del conjunto en sí mismo. Si no hay necesidad de cambio , si hay personas que ya están bien como están, el hecho de que les hagas salir de su zona de confort será entendido como un ataque y , en consecuencia, será tomada con rechazo o con recelo cualquier propuesta de cambio.”
En la escuela privada sueles poder elegir el profesorado con el cual trabajar en base a su currículum o experiencia. En cambio, en la escuela pública te toca trabajar con quien te toca y a veces tienes mejor suerte y a veces peor. A veces encuentras a compañeros muy abiertos con ganas de cambiar el anclado sistema tradicional y a veces encuentras verdaderos específemes del triásico que no hay quien los mueva de entre las páginas de unos libros que tu ya viste cuando estabas en parvulario. Otras veces te encuentras maestros que no apoyan la instauración de una nueva nueva línea metodológica, que no dejan de generar una preocupación tras otra y que a veces te hacen la vida imposible.
Más de acuerdo no puedo estar con el sentir de Esther, pues es el mío propio y creo que a raíz de su libro, a raíz de muchos maestros que pensamos igual pueden cambiar muchas cosas, ni que sea que nos otorguen el derecho de juntarnos por feeling pedagógico. Es cuestión de dar el primer paso.
Recomiendo mucho “Un cambio de mirada”, recomiendo mucho el trabajo de autoreflexión, recomiendo mucho la parte en la que habla de diferentes pedagogías, de cómo llevarlo a la realidad y qué es lo que implica y agradezco a Esther que haya cumplido un sueño, pues es el reflejo de lo que muchos necesitamos ver.
Yo también tengo un sueño...y soy incapaz de deshacerme de él…
Vamos juntos…
Eva Carrillo, Maestra, Experta en Inteligencia Emocional y bla,bla,bla,etc...